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Especias (canela, nuez moscada y pimienta)

I Kai-Wen (Vivek)

Signaturas consultadas

 

  • AGI, Filipinas, 723

Resumen de los documentos

La signatura Filipinas 723 en el Archivo de Indias contiene documentos relacionados con el cultivo de la canela, la nuez moscada y la pimienta. Todas fueron productos agrícolas importantes durante el periodo colonial de las Filipinas y hubo muchas discusiones, proposiciones y estadísticas sobre su plantación, su cosecha y su venta. Elegí cuatro documentos para el análisis de este ensayo.

La primera carta fue escrita el 22 de junio de 1791 en Manila por Juan de Cuéllar, botánico real que dirigió una expedición a las Filipinas de la Real Compañía de Filipinas, y enviada a Don Antonio Porlier, secretario de estado y del despacho de hacienda. Esta carta trata de la producción y el precio de la canela de las Filipinas. Primero, Juan de Cuéllar declara su intención de aumentar la producción de canela (“para lograr brevemente la propagación de los árboles que producen la canela”) y pide más información sobre la demanda de canela en los territorios españoles, específicamente “cuánta canela se consume en los Dominios de S.M. por un quinquenio”. Tenía mucha confianza en su habilidad de estimar bien la oferta porque escribe que “seguramente no faltará la canela que se pida”. Luego, compara la calidad de la canela de las Filipinas con la canela de otros productores, especialmente de China y Ceylán para determinar el precio legítimo de la canela. Opina que la canela de las Filipinas debe tener “el precio medio entre el inferior a que se compra la canela de China y el superior a que nos vende la de Ceylán”.

 

Otra carta escrita por Casimiro Gómez Ortega, catedrático del Real Jardín Botánico de Madrid que se unió a la expedición de Juan de Cuéllar, a Don Antonio Porlier el 6 de marzo de 1788 también se refiere a la calidad de la canela y otros productos agrícolas de las Filipinas. Sin embargo, llega a una conclusión un poco distinta a la opinión de Cuéllar. Cree que la canela filipina “posee la misma fragancia, agradable actividad y bondad que la de aquel centro de las cosechas del Monopolio Holandés”, es decir Ceylán.​

Dibujo de la planta de canela (siglo XVI). Fuente: Cristóbal Acosta, Tractado de las drogas, y medicinas de las Indias orientales, con sus plantas, 1578.

El tercer documento es una carta de 12 de mayo de 1781 escrita por José Basco y Vargas, gobernador de las Filipinas, a José de Gálvez, presidente del Consejo de Indias, sobre la plantación, cultivo y beneficio de la pimienta. Basco tuvo la intención de convencer a Gálvez de que “este país, uno de los más fértiles del globo, comienza a producir las riquezas que encierra en su seno, y pareciéndome que una de ellas podía ser la pimienta”, propone su cultivo como mecanismo para fomentar el desarrollo económico de las Filipinas. En su justificación, también urge a Gálvez a aceptar su sugerencia para generar la “riqueza” de la que “hasta el presente ha carecido en sus establecimientos la Nación Española.”

 

Finalmente, el cuarto documento es una carta que acompaña cajones de especímenes agrícolas de Félix Berenguer de Marquina, gobernador de las Filipinas, a Don Antonio Porlier el 18 de enero de 1790. Remite principalmente la canela, la nuez moscada y sus productos, por ejemplo “aceite de la misma nuez moscada”, para que las autoridades en Sevilla determinen si se deben cultivar estos productos en las Filipinas.

 

Análisis de los documentos

 

La primera carta muestra que los españoles querían aumentar la cantidad de la producción de canela en las Filipinas y argumentar que su calidad era superior a lo que hasta entonces se pensaba. Esto revela el problema de rentabilidad que hubo en las Islas. De hecho, la producción filipina no ganó mucho dinero y los españoles tuvieron que subvencionar las actividades en las Filipinas con el dinero que se ganó en Nueva España. La canela, entonces, fue uno de los pocos productos rentables y por eso la cantidad y la calidad de producción importaron mucho. Aquí se ve claramente la globalización en el movimiento del dinero entre las colonias españolas.​

Cajones empleados para el transporte marítimo de plantas vivas a largas distancias, incluso para la trasplantación. Fuente: Daniela Bleichmar, El imperio visible, 2016.

Pero esta cuestión de la rentabilidad de las Islas plantea una pregunta clave: ¿por qué el imperio español no había renunciado al control de las Filipinas si causaban tantas dificultades? Para contestar esta pregunta, hay que volver a los inicios de la colonización. En el año 1565, Andrés de Urdaneta hizo el tornaviaje, es decir, descubrió la ruta marítima para volver a las Américas desde Asia y esta ruta salió precisamente desde las Filipinas. Poco después del descubrimiento, empezó a funcionar el Galeón de Manila, que consistía en la navegación de las naves españolas entre Manila y Acapulco para facilitar el comercio entre Asia y las Américas. Estas naves salían con los textiles de China y volían con la plata de Potosí, entre muchos otros productos. Este intercambio de gran escala entre Asia y América con barcos de Europa refleja de nuevo la presencia de la globalización antes del siglo XVIII (Gordon y Morales, 2017).

 

Los intentos de aumentar la rentabilidad de las Islas Filipinas se ven también en los últimos dos documentos, en que se declara la intención de producir la pimienta y la nuez moscada en las Islas. De hecho, el comercio de especias fue la motivación principal para los viajes españoles para descubrir la ruta hasta Asia por el oeste. Querían llegar a India, China y las islas de las especias para ganar dinero con este comercio, pero después de llegar a Asia, no pudieron desafiar la dominación portuguesa y holandesa. Por lo tanto, decidieron trasplantar las especias a su colonia, las Filipinas, para entrar en el comercio. Para estudiar las cuestiones de la agricultura comercial en Asia, se hicieron grandes avances en el campo de estudio de la botánica económica. Aunque se empleó principalmente en las colonias, la botánica económica fomentó el estudio de las plantas y la metodología de las ciencias a nivel global. Contribuyó al desarrollo de la tradición científica occidental y luego a la Revolución Científica. Entonces, al contrario de la creencia popular, el conocimiento no sólo se creó en las metrópolis y se exportó a las colonias, sino que también surgió de las colonias e influyó a la metrópoli (De Vos, 2006).​

Además de la trasplantación, la botánica económica cubre otros aspectos de la agricultura colonial en Asia. Se ve uno de estos aspectos cuando se

comparan las dos primeras cartas. Aunque ambas cartas tienen como sujeto la calidad de la canela de las Filipinas, la segunda carta, escrita en 1788, surgiere que su calidad era igual a la de la canela de Ceylán, mientras que la primera carta, escrita en 1791, dice que su calidad era inferior a la de Ceylán. La carta de 1788 probablemente elogió la calidad de la canela de las Filipinas para defender los intereses de sus jefes en España, sin haber hecho una investigación exhaustiva. La carta de 1791 fue escrita por Juan de Cuéllar, un respetado botánico, que analizó la canela en las Filipinas y la envió a España para que realizarán otros análisis químicos. Empleó un proceso científico de analizar la canela de los territorios y comprobó que la canela de las Filipinas era de la misma especie de la canela de Ceylán. Esta conclusión fiable aseguró que el precio de la canela filipina debía ser alto. Sin embargo, también descubrió por un proceso científico que la calidad de la canela filipina todavía es inferior a la de Ceylán. Es importante destacar que los mecanismos económicos se emplearon en Asia y tuvieron impactos grandes, porque la economía de las Filipinas fue integrada con la economía del imperio global de España. Estas conexiones económicas sin duda formaron parte del proceso de globalización en el imperio español (Bleichmar, 2012).

 

Referencias bibliográficas

 

  • Bleichmar, Daniela. El imperio visible: Expediciones botánicas y cultura visual en la Ilustración hispánica. México: Fondo de Cultura Económica, 2016.

  • De Vos, Paula. “The Science of Spices: Empiricism and Economic Botany in the Early Spanish Empire”. Journal of World History vol. 17, no. 4 (dic. 2006): 399-427.

  • Gordon, Peter y Juan José Morales. The Silver Way: China, Spain and the Birth of Globalisation, 1565-1815. Nueva York: Penguin Books, 2017.

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