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Vino

Robert-Joseph Davis (Roberto)

Signaturas consultadas

 

  • AGI, Buenos Aires, 594

  • AGI, Correos, 32B

 

Resumen de los documentos

 

En la sección Audiencia de Buenos Aires he consultado cartas del virrey, inventarios de barcos, peticiones de limosna y cartas comerciales. Las cartas del Virrey de Buenos Aires a los ministros del Consejo de las Indias escritas en Buenos Aires en el año 1781 contienen información sobre el comercio de vino y los acuerdos con ciertas regiones de España que producían vino durante los siglos XVII y XVIII. Los inventarios, como el de la fragata correo la Diana, detallan los valores y pesos de la mercancía que los barcos llevaban a Buenos Aires. Las peticiones de limosna hechas por monasterios destacan la necesidad de vino y su escasez. En estas peticiones al rey, la iglesia pide más vino de España para la misa porque los monasterios en Buenos Aires no podían producir vino durante el siglo XVIII.

 

La mayoría de los documentos consulados son del siglo XVIII, pero algunos legajos contienen información del siglo XVII que es muy relevante para entender la historia del vino en el virreinato del Río de la Plata. Exploremos dos documentos: una petición de limosna al rey del monasterio de San Lorenzo y una carta del Conde Floridablanca del año 1781.

 

La petición, incluida en el legajo Buenos Aires 594, nos muestra que había una deuda de un monasterio en el siglo XVII y por eso en el siglo XVIII los dos monasterios de San Lorenzo y San Agustín en Buenos Aires tuvieron una delegación con el virrey para arreglar la situación sobre deudas de vino. Necesitaban más dinero para comprar más vino para celebrar la misa. El vino era muy caro y era exportado desde España por eso los monasterios pidieron ayuda financiera para su compra. Los que escriben las cartas son funcionarios del gobierno en Madrid y funcionarios de la iglesia católica porque solamente ellos, los arzobispos, tenían el poder para pedir limosnas para la iglesia en el Nuevo Mundo durante finales del siglo XVIII.​

Hombre vertiendo vino de una pipa en el norte de España a finales del siglo XIX. Fuente: https://tinyurl.com/ycumgo6l

“Reales oficiales de mi Real hacienda y de las cajas de la ciudad de Buenos Aires. Los conventos y religiosos de Santo Domingo de esa capital me han hecho presente con los debidos documentos que desde el año de 1684 se concedió a la provincia de San Lorenzo del reino de Chile la limosna de dos mil pesos anuales para cera, vino y aceite, situándose su paga en las cajas de Lima cuyo cobro no fue asequible por las calamidades de aquel reino. Que desmembrándose de aquella provincia los conventos del Paraguay, Tucumán y Buenos Aires en el año de 1724, y constituyéndose por todos estos una nueva con la denominada de San Agustín logró esta por real cédula de 21 de marzo del 1740, se repartiese entre ambas los dos mil pesos referidos restituyendo las de San Lorenzo a las de San Agustín la mitad de lo que hubiese pendido por la antigua gracia desde su separación. Que hizo ésta todas las diligencias posibles para lograr este socorro que no pudo percibir ni en las cajas de Chile, ni en las de Lima; y habiéndose constituido sus conventos de que es cabeza el de esa ciudad en la imposibilidad de mantener el culto divino de sus iglesias por falta de la referida limosna, me ha suplicado mande se le pague lo vencido al respecto de mil pesos desde el año de 1724 en que fue la citada separación o que se le de en su defecto la correspondiente certificación de crédito de los dos anteriores reinados.”

 

El documento más importante sobre el vino en Buenos Aires durante el siglo XVIII es un contrato firmado en Galicia en 1781 entre el conde de Floridablanca encargado en Madrid como director de comercio en Argentina y un marinero llamado Joaquín Baltasar de Palacios (Correos, 32B). El contrato estipula las condiciones en las que debe hacerse el comercio de vino entre la Rioja y Buenos aires. El Capitán estaba encargado de transportar 20 pipas y 3 barriles de vino.

 

“Señor Mío: el muy excelente conde de Floridablanca en vista del informe que le hicimos sobre el memorial que vuestra merced le dirigió solicitándole indolente el pago de los 214 pesos 5 reales de plata que restaba para cubrir el importe de los fletes causados por las veinte pipas y tres barriles de vino común de ese país que embarcó de su cuenta en la Fragata correo la Diana saliente de la Coruña para Montevideo en 15 de Agosto de 1773 cuya partida data el administrador de Buenos Aires por deuda en su cuenta de 1777, se ha servido relevar a vuestra merced y perdonarle la misma cantidad por resolución de 23 de este mes al margen de dicho memorial y lo avisamos a vuestra merced para su noticia Dios que la bendiga Miércoles 26 de abril de 1781.”​

Madrid y las viñas de la ciudad (1562). Dibujo de Anton van den Wyngaerde. Fuente: Biblioteca Nacional de Viena.

Los dos documentos, la petición de limosnas y el contrato entre el Conde Floridablanca y el marinero Joaquín Baltasar de Palacios, muestran no sólo el papel del vino en varios tipos de correspondencias entre España y Buenos Aires durante el siglo XVIII, sino también la importancia del vino tanto como producto comercial como como bien usado en rituales religiosos.

 

Análisis de los documentos

 

Un producto simple como el vino español puede mostrar la existencia de conexiones globales durante el siglo XVIII. Hoy en día tenemos una imagen de Argentina como un centro de producción de vino, pero no era así en los siglos pasados. El vino en el siglo XVIII era un bien de lujo utilizado para celebrar la misa en Buenos Aires (Dickenson y Unwin,1992). Contratos firmados entre monasterios y autoridades españolas muestran la escasez de vino y el gran valor que éste acarreaba. Los arzobispos de la diócesis firmaban estos contratos con las autoridades de España para asegurar que hubiera vino para celebrar la misa.

 

El sistema comercial español y las leyes sobre producción de manufacturas en las colonias prácticamente prohibían la producción de vino en América el siglo XVIII. Esta prohibición obligaba a los consumidores americanos a importar el vino mediante redes comerciales transatlánticas (incluso globales). De esta forma, una restricción a la producción de un bien favoreció el comercio de dicho bien entre España y Buenos Aires.

 

Según Juana Gil García-Bermejo el vino era principalmente utilizado para celebraciones religiosas. También existía una demanda de vino en el sector privado, pero el vino costaba mucho porque el producto venía de España. El vino se hizo más popular después del año 1782 cuando el gobierno bajó las restricciones sobre el comercio del vino, adoptando medidas que favorecían un comercio más libre en el que un mayor número de puertos españoles podían comerciar un mayor número de productos con un mayor número de puertos americanos (Gil García-Bermejo, 1983).

           

La monarquía recibía los impuestos que se generaban por el transporte del vino a Buenos Aires. El conde de Floridablanca y el Capitán Joaquín Baltasar de Palacios tuvieron un intercambio escrito en el que Floridablanca le perdonó a Palacios la deuda que había adquirido por el transporte de vino a Buenos Aires. Las autoridades españolas regulaban estrictamente el comercio de vino con las colonias americanas y cobraban impuestos y fletes por su transporte. Los marineros, la iglesia, los nobles, los comerciantes y muchos otros españoles participaban en el comercio de vino, contribuyendo así al fortalecimiento de las conexiones comerciales entre España y Buenos Aires (Machado, 2004). El vino era esencial durante el siglo XVIII en los aspectos personales y religiosos de la vida en las colonias, por consiguiente, siempre había una necesidad de transportarlo desde su lugar de origen en España.

           

Durante el siglo XVIII los monjes en Bélgica eran maestros de la cerveza y los de Francia ya habían dominado el proceso de champan, pero los monasterios en Buenos Aires no tenían ninguna viña sembrada, hasta 1746 (McGovern, 2010). La red comercial española, beneficiada por las restricciones a la producción en América, impedía a los monasterios de Buenos Aires ser autosuficientes, por lo cual, al contrario de sus contrapartes en Europa, dependían de España para la obtención del vino requerido para sus rituales religiosos.

 

Referencias bibliográficas

  • Dickenson, John, y Tim Unwin. Viticulture in Colonial Latin America: Essays on Alcohol, the Vine and Wine in Spanish America and Brazil. Liverpool, University of Liverpool, 1992.

  • Gil-Bermejo García, Juana. Tráfico De Vinos En Sevilla Para El Comercio Indiano. Madrid: Instituto "Gonzalo Fernández De Oviedo", 1983.

  • McGovern, Patrick E. Uncorking the Past: The Quest for Wine, Beer, and Other Alcoholic Beverages. Berkeley, University of California Press, 2010.

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